Todo lo que necesitas saber sobre el preaviso en el Derecho Laboral

En el ámbito laboral, la terminación de un contrato puede ser unilateral o bilateral. La disolución unilateral del contrato puede ocurrir mediante despido o preaviso.

5 MAR 2024 · Lectura: min.
Todo lo que necesitas saber sobre el preaviso en el Derecho Laboral

El contrato laboral, por su naturaleza sucesiva, se asemeja a contratos de locación de cosas, requiriendo una ejecución en el tiempo. La ley prescribe un plazo de preaviso para evitar rescisiones abruptas, previniendo así daños injustos a las partes involucradas.

El contrato de trabajo tiene una vocación de continuidad o permanencia. Se trata, pues, de un contrato de tracto sucesivo, que desarrolla su ejecución a través de su prosecución en el tiempo, a semejanza del contrato de locación de cosas o de arrendamiento rural comprendidos en el derecho común. Y la ley, para evitar una rescisión abrupta, en perjuicio de uno de los contratantes, ha prescripto para el contrato de trabajo un plazo de preaviso.

El preaviso, arraigado en las costumbres laborales, fue acogido por la ley para contratos de trabajo a tiempo indeterminado y luego para los de plazo fijo.

La ley exige preaviso o indemnización para disolver el contrato, tanto para empleadores como trabajadores.

El preaviso debe ser notificado por escrito y su plazo comienza desde el último día del mes de la notificación.

La omisión del preaviso (es decir no darla) da lugar a una indemnización equivalente a la remuneración del plazo del preaviso. Una vez notificado, el despido no puede ser retractado sin acuerdo de ambas partes.

El período de preaviso varía según la antigüedad y quién lo dé.

El preaviso, cuando las partes no lo fijen en un término mayor, deberá darse con la anticipación siguiente:

a) por el trabajador, de QUINCE ( 1 5 ) días;

b) por el empleador, de QUINCE ( 1 5 ) días cuando el trabajador se encontrare en período de prueba; de UN ( 1 ) mes cuando el trabajador tuviese una antigüedad en el empleo que no exceda de CINCO (5) años y de DOS (2) meses cuando fuere superior.

La ley prescribe que el contrato de trabajo no podrá ser disuelto por voluntad de una de las partes sin previo aviso, o en su defecto indemnización.

Es decir que, tanto el empleador como el trabajador están obligados a preavisar cuando se disponen a rescindir el contrato.

La notificación del preaviso deberá formularse por escrito, y su plazo comenzará a correr desde el último día del mes en que el despido fue notificado (art. 233, LCT).

Durante el preaviso, el trabajador tiene derecho a dos horas diarias de licencia, sin reducción salarial, para buscar nueva ocupación.

El trabajador puede considerar extinguido el contrato antes del vencimiento del preaviso, renunciando a la remuneración restante y conservando la indemnización por despido.

El preaviso no puede notificarse durante suspensiones del contrato, pero si ocurren después, el plazo se suspende y luego continúa hasta el vencimiento.

El incumplimiento del deber impuesto por el art. 231 genera el derecho a la denominada indemnización sustitutiva del preaviso omitido. Consiste en un resarcimiento que tiene como base las remuneraciones que el trabajador hubiera percibido durante el lapso de preaviso omitido, que se calcula según el salario vigente al momento del cese.

Como tiene carácter indemnizatorio no sufre descuentos por aportes jubilatorios, ni sindicales, ni para obras sociales. En caso de los trabajadores a jornal que se desempeña en horario normal de ocho horas, el cálculo se debe hacer sobre la base del último jornal horario multiplicado por doscientos (número de horas del mes), más el sueldo anual complementario.

Esta indemnización es procedente tanto ante el incumplimiento total como parcial (esto es, cuando se otorga preaviso pero por un plazo menor al legal), y su monto está en relación con el ingreso normal del trabajador, el que hubiere percibido de haber sido preavisado.

Para la base de cálculo se excluyen los rubros no remuneratorios, como las asignaciones familiares y los beneficios sociales; deben tomarse en cuenta los aumentos salariales dispuestos para el período en que debería haber corrido el preaviso, y la parte proporcional del sueldo anual complementario, pues es un salario de pago diferido.

Conclusión:

El preaviso en la extinción del contrato laboral es una herramienta legal que busca equilibrar los intereses de empleadores y trabajadores, proporcionando un margen de tiempo para la transición y mitigando los impactos negativos de una terminación abrupta. Es esencial comprender las disposiciones legales y los derechos involucrados para garantizar una salida justa y equitativa en el ámbito laboral.

En mi estudio jurídico, tratamos diariamente con estas cuestiones y el preaviso se torna en elemento fundamental, en especial en la etapa de elaboración de la liquidación por despido.

Escrito por

Estudio Jurídico Del Dr. Fernando Britos Ferreyra

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