¿A quién beneficia la Reforma Tributaria en Argentina?
Según Mauricio Macri la reforma tributaria en Argentina tiene como objetivo promover la inversión, el empleo de calidad y la competitividad, para avanzar hacia un sistema más equitativo.
Sin embargo la mayoría de los analistas concuerdan en que el gobierno nacional y los gobernadores aprobaron una Reforma Tributaria que según especialistas beneficia claramente a los grandes empresarios. Ataca al trabajador común (que es la mayoría) porque resulta en en un fuerte recorte en la inversión pública. A la que el gobierno llama "gasto".
Los ejes más polémicos fueron la actualización de las jubilaciones para que se ajuste por inflación y por otro lado los Ingresos Brutos (IIBB) de las provincias con hidrocarburos.
Entre las medidas se destaca la reducción del impuesto a las Ganancias en cuatro años, el cual se estima que pasará del 35% actual, al 25% para el año 2021. Se grava la renta financiera, se bajan impuestos en autos y motos de gama media, además de modificaciones en IVA y créditos por Ganancias.
También se pretende reducir el efecto de los 'impuestos en cascada' que gravan a los cheques, y el de los Ingresos Brutos. En lo que respecta al impuesto a los débitos y créditos bancarios, se podrá deducir de Ganancia de manera creciente para alcanzar a su totalidad dentro de cuatro años.
¿Cuáles son algunos de los puntos claves de la Reforma?
- Modifican impuestos: aportes y contribuciones de la seguridad social, IVA, impuesto a las ganancias corporativas y personales, impuesto sobre los créditos y débitos, ingresos brutos, sellos y aduanas interiores, tributos ambientales, impuestos internos, impuesto a la transferencia de inmuebles. El plazo de implementación será gradual.
- Se extiende la aplicación del impuesto a las ganancias con alícuota reducida a la renta financiera. La alícuota será del 15% para rendimientos provenientes de instrumentos en moneda extranjera. La alícuota será del 5% para rendimientos provenientes de renta fija en pesos sin cláusula de ajuste.
- Se reduce el impuesto a las ganancias corporativas no distribuidas que se realizará por medio de la devolución anticipada de saldos a favor del IVA por inversiones y las ganancias de las empresas estarán alcanzadas por una alícuota del 25% en lugar del 35% y se aplicará un impuesto adicional sobre los dividendos o utilidades distribuidas para completar el 35% de la carga total.
- Se reducirán los impuestos en cascada como el impuesto sobre los créditos y los débitos bancarios y los impuestos provinciales sobre los ingresos brutos.
- Se elimina el impuesto a la Transferencia de inmuebles, es otro de los puntos a considerar y se introduce un tributo a la ganancia de capital por la venta de inmuebles -excepto casa habitación- con una alícuota del 15%.
- Se reduce el impuesto interno a los celulares, televisores, monitores y otros productos similares del 17% de impuestos internos a 0%.
- Los impuestos internos del whisky, coñac y otras bebidas blancas pasan del 20% a una propuesta gradual que los llevará al 29%, las cervezas del 8 al 17% y los espumantes del 0% al 17% de manera gradual. Los vinos y sidras de 0 a 10% también de manera gradual.
- Habrá devolución de saldos a favor del IVA por inversiones porque se instrumentará un régimen que devuelve el crédito fiscal de IVA a las empresas que hayan realizado inversiones y no la hayan recuperado en un lapso de seis meses y a diferencia del actual sistema quien invierta no tendrá que esperar para recuperar su crédito fiscal de IVA por la inversión realizada.
¿Cuándo se aprobó?
En diciembre de 2017 el Gobierno de Mauricio Macri consiguió el apoyo de otras fuerzas políticas para poder impulsar estas modificaciones en el sistema fiscal, introduciendo cambios en el cobro de impuestos y proponiendo que se achiquen los gastos en el sector empresarial y patronal con la excusa de acaparar inversiones y generar mayor productividad.
El presidente prometió que esta ley impulsará la reducción del déficit fiscal y aumentará las fuentes de trabajo, pero habrá que esperar algunos meses para poder comprobarlo ya que la mayoría de analistas considera que al bajar la carga impositiva empresarial y gravar más fuertemente los productos, quien termina pagando y perdiendo es el hombre común, es decir el pueblo porque sufrirá directamente las consecuencias de una mayor inflación.