Qué trae la devaluación del peso argentino
¿Qué está pasando con la economía en nuestro país? Existe incertidumbre por las movidas del gobierno y a pesar de la negativa de sus voceros, la crisis económica y social va en crecimiento.
¿Cuáles son los puntos claves para comprender la crisis y la súper devaluación monetaria?
Las cuentas del Estado están al rojo vivo hace tiempo, esto se traduce en que se gasta más de lo que se logra recaudar. El gobierno de Mauricio Macri sostiene que es por el desborde otorgado a partidas jubilatorias, educación y salud. Lo cierto es que un componente central del presupuesto público es lo que se gasta en la deuda, dejar de pagarla liberaría enormemente los recursos y permitiría realizar los gastos para fines sociales. Al realizar acuerdos con el FMI para abastecer dólares y garantizar los pagos de la deuda hace que no haya un peso para educación, salud, jubilación, ni inversión social.
Sumado a ello, el gobierno no toca las ganancias patronales, o lo hace de manera muy medida, esto se traduce en la escasa suba de la recaudación. Los impuestos a las empresas serían óptimos para mejorar el "rojo fiscal estatal".
Existe un manual de política neoliberal que la coalición oficialista Cambiemos respeta a rajatabla y es el de honrar los pagos de los intereses de la deuda externa (ni siquiera de la deuda) y que nuestro capital se vaya con total libertad, generando la gran escasez de dólares ya que el flujo de divisas hacia el exterior es mucho más fuerte que los ingresos.
¿Quiénes se ven beneficiados y quiénes no?
Con estas medidas los principales agradecidos son los bancos y las grandes empresas que fugan dólares. Los que se benefician son los exportadores, es decir, empresas agropecuarias e industriales. Ello se traduce en la evidencia de que el Gobierno beneficia a quien se encuentra en posición de mando de un negocio especulativo.
Como contrapartida, los que viven de su salario son los perjudicados, ante toda devaluación lo que se devalúa es el salario y la brecha entre la suba de precios y tarifas de servicios con la suba de los salarios, es cada vez mayor. Con lo cual nos enfrentamos a la fuerte recesión y deterioro laboral, extendiéndose los despidos tanto en el ámbito estatal y público como en el privado, asignando recortes en el presupuesto destinado a educación, salud, y políticas públicas tendientes a cubrir las necesidades del sector más vulnerable: los jubilados.
Existe derrumbe económico, incertidumbre y rumores de todo tipo. La única certeza que sí maneja la sociedad es que la credibilidad no regresa y el vaciamiento estatal no hay quién lo detenga.