El aborto no será ley, por ahora
Sin propuestas alternativas, el Senado argentino rechaza el proyecto de Ley de interrupción voluntaria del embarazo.
Las jóvenes y adolescentes son el principal motor que moviliza el reclamo por la legalización del aborto. El movimiento "Ni una menos" nacido en 2015 en contra de los femicidios en Argentina, fue adquiriendo en pocos años un carácter político y abarcador de todos los derechos de las mujeres.
Sin embargo, esta semana un Senado paleolítico decidió que las mujeres pobres (no las ricas que abortan en condiciones seguras), seguirán siendo condenadas y lo que es peor, seguirán muriendo por abortos clandestinos.
El debate se inició antes de mediodía del pasado 8 de agosto, se prolongó por 16 horas cerrando cerca de las 3.00 de la madrugada.
El tono protocolar y mesurado en el recinto contrastaba con los cantos, la lluvia y el frío que no impidieron una masiva movilización de las mujeres de pañuelo verde a un lado de la Plaza Congreso; y de los pañuelos celestes católicos del otro.
Los representantes de la Cámara Alta -que no cuenta con una sola joven en sus bancas- decidieron cegarse ante las miles de personas que esperaron más de 16 horas bajo la lluvia helada; prohibiendo con la negativa de 38 votos contra 31, la interrupción de los embarazos no deseados.
Cuáles fueron las razones
La inconstitucionalidad del proyecto de ley fue la principal razón que esgrimieron quienes rechazaron de plano la ley. Artículos que detallan que "la vida empieza con la concepción", fueron la principal justificación que más sonó a excusa, porque cualquier ley puede modificar o enmendar la Constitución Nacional si los nuevos tiempos y las demandas sociales así lo requieren.
Las otras razones tenían que ver en general con convicciones personales -religiosas en su mayoría- que poco se condicen con un Estado laico que debe escuchar a sus representados y no al crucifijo colgado en la cabecera de la cama de los funcionarios públicos.
La práctica del aborto, sin respuestas
Ninguna propuesta alternativa, solo rechazo absoluto a la media sanción que vino de diputados el 14 de junio pasado.
La senadora Cristina Fernández reclamó a sus pares en el recinto que debían dar una respuesta a los miles de abortos clandestinos que se practican cada día en todo el territorio nacional; y que sin embargo, el Senado iba a echar por tierra una propuesta ya votada en diputados sin proponer una alternativa necesaria.
Cómo sigue el proyecto de "Ley de interrupción voluntaria del embarazo"
La interrupción del embarazo se mantiene como un delito penado con hasta cuatro años de cárcel, a pesar de que cada minuto y medio una mujer aborta en todas las provincias argentinas.
El costo político que pueda traer este resultado, ya está siendo evaluado por el Ejecutivo, que podría incluir la despenalización total por abortos en el proyecto de reforma del Código Penal, en donde por ahora la despenalización queda a criterio de cada juez, y solo en caso de violación y riesgo de vida de la gestante.
Por su parte, en Diputados ya están evaluando pedir una Consulta popular, o Referendo como el caso de Irlanda, un país de mayoría católica que dijo "sí" al aborto legal.
Abortos con agujas de tejer
Decir No a la ley por un aborto legal y a la posibilidad de que cada mujer decida cuándo tener un hijo o formar una familia; no evitará que sigan practicándose abortos en condiciones insalubres en los hogares más pobres de la Argentina.
Según estimaciones extraoficiales, entre 350.000 y 450.000 mujeres abortan cada año. Las más pobres lo hacen clandestinamente, poniendo en riesgo la vida y la libertad, recurriendo a médicos no profesionales o métodos peligrosos como sondas, perchas, agujas de tejer y tallos de perejil.
Las otras, que pueden, pagan sus abortos en sanatorios privados que garantizan la vida, donde trabajan médicos que en muchos casos se rasgan las vestiduras ante la legalización.
Como siempre los sectores más conservadores de la sociedad practicando la política más retrógrada, gobiernan y dictan leyes que defiendan sus intereses y statu quo. Ni defienden la vida, como rezan sus pañuelos celestes, ni defienden los cambios que exige el pueblo.
El Aborto será Ley, la Interrupción voluntaria del embarazo será Ley. Más temprano que tarde, y a costa de más víctimas que casi siempre son mujeres, jóvenes, pobres.
