Sextorsión: Extorsión sexual por internet
Cada año miles de hombres en todo el mundo caen víctimas de un fraude en internet que se conoce como "sextorsión" (extorsión sexual).
Últimamente, y cada vez más, diversas personas me consultan respecto de una modalidad extorsiva que parece estar en ascenso. No es que se trate de algo nuevo: como todo "cyber-delito" no es otra cosa que una modalidad criminal ordinaria cometida con la ayuda de las nuevas tecnologías, pero no creo que se pueda decir que se trata de algo novedoso.
Sin embargo no cabe duda de que el auge de las redes sociales y la falta de conciencia que caracteriza a la sociedad actual hacen que determinadas conductas resulten cada vez más comunes y difíciles de controlar. Normalmente, no sin cierto prejuicio, se diría que es un problema que afecta a los llamados "millennials", es decir, aquellas personas nacidas a partir de 1984 y que se caracterizan, entre otras cosas, por un alto nivel de "informatización" que se traduce a su vez en cierta incapacidad para comprender el alcance de sus actos. Por ej, se publica una foto o video propio, desnudo o en una conducta indecorosa e íntima, sin considerar que la misma aparecerá en los buscadores, alguien la utilizará o la publicará y, finalmente, afectará negativamente al dueño de la misma tanto en lo personal como en lo profesional.
Sin embargo, creo que achacar esto a la generación de los "millennials" no es justo e importa un grave error ya que los que tienden a caer en esto no son solo los nacidos a partir de esa fecha, sino que es un mal que alcanza a la generalidad de la sociedad.
Por poner un ejemplo, los divorcios por "cyber" infidelidades son un fenómeno que se da en personas más bien mayores. Ahora bien, las consultas que he recibido, por lo general pueden sintetizarse así: La persona conoce por internet a una chica –suelen ser hombres - de Costa de Marfil, Angola u otros países principalmente africanos, aunque también conocí casos de países europeos e inician "cyber relación". Al poco tiempo concretan una videoconferencia (por Skype u otro medio similar) donde son incitados a practicar de lo que se solía llamar "cyber sexo".
Mientras tanto, aprovechando la falta de privacidad de las redes sociales, el autor toma nota de los contactos de su víctima y, en particular de sus parientes, sobre todo si tiene esposa e hijos, novia, padres, etc., información toda que se encuentra, usualmente, a la vista. Así, al cabo de unos encuentros, la chica empieza a extorsionar a su víctima a que en tiempos sumamente breves que pueden variar entre los 24 o 48 horas depositen en una cuenta bancaria en el exterior altas sumas de dinero en dólares a cambio de no publicar sus videos, fotos y/o conversaciones o enviarlas a sus contactos (las personas que me consultaron aseguraban tener un cierto status social y la publicación de las imágenes y conversaciones los podía afectar tanto en su ámbito personal como profesional -incluso un profesor universitario-).
A su vez, los bancos donde requieren los depósitos suelen estar en Europa, normalmente en Irlanda, Finlandia, Países bajos, o bien se solicita el envío del dinero a través de alguna empresa de servicios financieros como Western Union, Money Gram o equivalentes. Todo ello hace que quien se ve envuelto en esta modalidad delictiva realice, al menos al principio los pagos que se le piden, pero en aquellos casos en que el pago se materializa, el victimario sigue presionando y aumentando la apuesta.
Lo interesante de esto es que la persona extorsionada realmente ve que está hablando con una chica, generalmente, dicen, muy linda y aparentemente joven e inocente, pero en realidad, la persona del otro lado de la computadora no es la misma con la que creen estar hablando o bien forma parte de una organización criminal; más aun, podría incluso pensarse en la posibilidad de que detrás de ello exista algo más grave como una red de trata de personas que, explotando la necesidad de las mujeres utilizadas, las use como canal para sus fines criminales. Alguno de los consultantes incluso me señaló que puede tratarse de un video pre grabado, extremo que advirtió cuando el video se reinició por un error en el servidor.
Otro caso similar que llegó a mí pero que suele atrapar más bien a mujeres, es la de hombres extranjeros, normalmente de las regiones señaladas, que tras conocer a su víctima por internet, inician una relación y, luego de entre 1 y 3 meses, acuerdan viajar para conocer a su "cyber novia" sufriendo un "altercado" en el camino por el que pierden el equipaje, el dinero y la documentación, precisando un préstamo de urgencia para realizar los trámites conducentes a obtener un pasaporte y adquirir un nuevo boleto. A diferencia de lo anterior, en este caso, la premura por el depósito se encuentra en la situación de supuesta vulnerabilidad del viajero quien promete, además, devolver el dinero apenas llegue a destino. El canal usado para el envío suele ser una empresa de servicios financieros.
Ahora bien, terminada esta narración, debo confesar que lo que pienso internamente al recibir las consultas, por poco profesional que suene es "que se aguante por salame" o "quien se expone enviando fotos y videos desnudo o tocándose y, encima, mostrando su rostro, merece que lo extorsionen"; pero lo cierto es que es un delito cada vez más común, debido a la confianza ciega de la gente en internet, la falta de prudencia o responsabilidad y el deseo de dar a conocer todo lo que hacen en todo momento: Probablemente, todos conozcamos a alguien que ha tomado el riesgo. Para el caso del "viajero", si bien me sensibiliza un poco más, no puedo dejar de pensar en lo irracional de iniciar este tipo de relaciones a distancia con un desconocido e invitarlo sin más a su casa.
Es, por otro lado, un delito muy complejo, aunque no imposible de investigar por la cantidad de países involucrados y el medio utilizado; además, dada la brevedad de los tiempos concedidos por el extorsionador, la víctima siempre pierde y la extorsión no cesa.
¿Qué hacer?
Por empezar, tener cuidado con lo que se publica y aún con lo que se guarda en la computadora, celular, tablet, etc., con los videos y fotos que mandan, con quien se habla y ser precavido, incluso cuando se trate de gente que se conozca personalmente. Los autores de estos hechos son gente que parece muy inocente y sabe hacer caer a su víctima. Piénsese en los casos de lo que se dio en llamar la "pornovenganza" que llevó a sus víctimas incluso al suicidio: personas que, tras finalizar una relación, o luego de haber sido cómplices en la infidelidad, publican las fotos y videos de sus parejas ocasionando mucho daño. En tal sentido, ingresó recientemente al congreso un proyecto de reforma al Código Penal con el fin de evitar estos hechos. También hay casos de reparadores de computadoras que, aprovechando la confianza depositada por la víctima, se apropian de las imágenes guardadas en la computadora, pero ello es otro asunto y excede los alcances de este artículo.
Ahora bien si ya es tarde, si ya se ha caído en la trampa, lo que se debe hacer es, simplemente, la denuncia penal. El artículo 1 del código penal establece: "Este Código se aplicará:1) Por delitos cometidos o cuyos efectos deban producirse en el territorio de la Nación Argentina, o en los lugares sometidos a su jurisdicción"; es decir, aún cuando la autoridad policial nos quiera convencer de no hacer la denuncia, que no conviene, hay que saber que tienen obligación de recibirla y si no lo hacen se puede acudir a la oficina de sorteos de la justicia penal que corresponda a la jurisdicción de la víctima y hacerlo allí.
Pero como señalé más arriba, se trata de un hecho complejo, dado que el victimario está, quizás, en Costa de Marfil, la víctima en Argentina, el banco donde se materializa el pago o el receptor del mismo en Holanda y el servidor de internet en Estados Unidos (suponiendo que no se haya ocultado la IP). Pero el que sea un hecho complejo no debe desanimarnos. La Policía tiene personal especialmente entrenado a este fin y debiera darse intervención a Delitos Informáticos y/o Interpol si se presume fundadamente que se trata de un delito trasnacional.